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Sobre Mi
Soy amante de la literatura y como tal he abierto este espacio para compartir las sensaciones que me genera un libro.
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lunes, 17 de febrero de 2014
Ficha Técnica
Nº de páginas 416 págs.
Editorial: ALIANZA EDITORIAL
Lengua: CASTELLANO
Encuadernación: Tapa blanda bolsillo
ISBN: 9788420677439
Año edición: 2013
Plaza de edición: MADRID
Situada en la China
de antes de la Revolución, La buena tierra, novela que se extiende a lo largo
de tres generaciones, se centra en las venturas y desventuras del campesino
Wang Lung, junto con su silenciosa y determinada esposa O-lan, antigua esclava,
y su familia. Reveses, tristezas, alegrías, esperanzas, triunfos y fracasos
jalonan de forma inolvidable las páginas de esta obra que retrata las penosas
condiciones de vida de los campesinos chinos en medio de una existencia casi
medieval revuelta por los aires modernos.
Autor
Pearl Comfort
Sydenstricker (Hillsboro, 1892 - 1973) Sus padres Absalom y Caroline
Sydenstricker era misioneros presbiterianos establecidos en China. Pearl fue la
cuarta de siete hijos y una de sólo tres que llegaron a la adultez vivos. Nació mientras
sus padres estaban en EE.UU. y cuando tenía tres meses de edad volvió a China
en la que pasó casi 4 años.De estilo sencillo y bello sentido descriptivo, las
obras más importantes de la novelista Pearl S. Buck, ambientadas en escenarios
asiáticos que la autora estadounidense demuestró dominar con conocimiento y
sensible manejo, son "Viento del este, viento del oeste" (1930),
"La buena tierra" (1931) y "La madre" (1932). Por "La
buena tierra" logró el Premio Pulitzer y en 1938 le fue concedido el
Premio Nobel.
Opinión Personal
Un libro que ha caído en Buena Tierra para florecer con la simiente plantada por la autora.
En estos últimos meses han pasado por aquí las
lecturas de varios premios Nobel, como han sido J. M. Coetzee, YasunariKawabata, y Mario Vargas Llosa, con el punto común de que exceptuando unos
pocos momentos no me han llegado a llenar ninguna de estas historias. Hoy viene
a esta página otra premio Nobel Pearl S. Buck con un libro en líneas generales
bastante aceptable, superando el listón que le han dejado los anteriores
premiados.
Como ya he dicho en algunas ocasiones los libros de
premios literarios suelen hacer que sea bastante reticente a leerlos, suelen
ser libros puntuales y en muchas ocasiones se premia mucho más la posibilidad
de las ventas que la calidad literaria que tienen. Esto se le puede achacar a
la multitud de premios que existen por el mundo pero el caso del Nobel suele
ser un caso especial ya que no se premia un libro en concreto sino una a una
carrera literaria en su conjunto con lo que podemos encontrarnos como es
natural mejores y peores ejemplos de su producción literaria.
También tengo que indicar que en este caso el miedo
a las novelas premiadas no se ha visto respaldada en este caso, La Buena Tierra
en el año de su publicación en 1931 recibió el premio Pulitzer y en este caso
la novela me ha gustado como he indicado anteriormente bastante. Quizás por
ponerle alguna pega está en que temáticamente se va diluyendo la historia, con
un comienzo duro que esta atenuado por la facilidad de narración y la sencillez
con la que la autora va desgranándonos la vida de esta familia a través de las
generaciones de ella, pasamos desde el momento en que el abuelo ya mayor ve el
matrimonio de su hijo y la posibilidad de que se pueda continuar con la saga
familiar. La novela transcurre en una China pre-comunista a principios del
siglo XX finales del XIX aunque para la narración y los protagonistas los que
suceda fuera de su pequeño ámbito de influencia, no deja de ser un sueño, algo
lejano que no les afecta. La tierra es lo verdaderamente importante, aquello
que les da el sustento y la vida, tanto como se la puede quitar, los
sufrimientos de una sociedad eminentemente agrícola y muy machista marcan a
cada uno de los protagonistas.
Casi toda la narración es una sucesión de hechos con
pequeños saltos temporales para solo situarnos en cada uno de los acontecimientos
que van a ser referidos y que son los que la autora quiere mostrarnos con un
conocimiento de causa, ya no tanto por sus vivencias en China (por su edad)
como si por lo que pudiera ser narrado por sus padres a los que en la ciudad
del sur en la que se refugia nuestro protagonista.
Nada más empezar vemos la sociedad machista y de
clases en la que se mueven estos personajes en una China tan distinta a la de
hoy pero que seguramente en muchas zonas agrícolas no ha cambiado tanto, la
poca importancia que se da a las relaciones, donde el matrimonio es un mero trámite
casi comercial, la lucha por una subsistencia dura como la tierra de la que
deben sacarla, el dolor por nacimiento
de una hija por la perdida “real” al no ser las hijas productivas ni
posibilitaban el mantenimiento de la unidad familiar al encontrarnos en una
sociedad marcadamente patriarcal pero a la que nos vuelven a dar una lección
con el respeto hacia sus mayores que en nuestra civilización en la que nos
creemos mucho más ilustrados la hemos ido perdiendo.
Esta primera parte con la emigración hacia ciudades
donde la hambruna es menos acentuada nos muestra con un rigor muy acentuado la
poca importancia de la vida y del poco apego a los hijos. Esta parte se hace
muy dura especialmente con su “tontita”, a partir de aquí la novela tiene una caída
narrativa muy acusada con lo que esta bajada afecta bastante al conjunto de la
historia, se hace repetitiva y en muchas ocasiones los sucesos parecen más de relleno
que necesarios para la historia.
Los personajes que marcan la historia volviendo a
esta sociedad patriarcal volvemos a fijarnos en los hombres, desde el abuelo
para el cual su época ya ha pasado y del que solo se espera ya el descanso y el
que las futuras generaciones sean capaces de mantenerlo, su hijo y protagonista
de la historia, el cuál todo su apego, todo su tesón está en la tierra
totalmente desapegado a cualquier huella que pueda tener su personalidad de
afecto hacia su esposa o incluso a su descendencia. La dureza con la que se
marca en la historia las relaciones familiares todas basadas en el respeto a la
cabeza de familia sin importar los sentimientos ni los anhelos del resto de la
familia. Y por último los hijos, en este caso con la salvedad de su “tontita”
donde por poco y de una forma muy sucinta Wang Lung muestra lo poco de
sensibilidad en él, la muestra de la poca importancia dentro de un núcleo
familiar que tenían las niñas (por desgracia en China sigue siendo igual) es la
poca importancia por no decir nula que tienen ya no solo las hijas del
protagonista sino incluso las mujeres que pasan por su vida. En ellas lo que se
ve y se nota es la dureza no solo de carácter sino física, aun siendo dentro de
la sociedad y en su casa un elemento bastante bajo en la escala de importancia,
demuestran el pilar fundamental que son para la familia y para un sociedad.
Los hijos en cambio van mostrándonos como va
evolucionando la sociedad, tanto en escala social como en ideas, pasamos del
mayor mucho más imbuido en la sociedad y en la época en la que está situada la
historia, el mediano en un intento ya de crear una sociedad donde la
importancia de la tierra va dejando paso a los negocios y por último el menor
donde la sociedad en un silencio audible quiere abandonar las antiguas
costumbres y revolucionar la sociedad. Este último personaje pasando de
puntillas por la historia da y sirve de bisagra para mostrar el cambio social
que da lugar al comunismo, a esa ruptura entre las antiguas costumbres hacia
una sociedad a la que se la intenta modernizar.
Agradecimientos a Alianza Editorial
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2013,
Alianza Editorial,
Pearl S. Buck
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1 comentarios:
Estimada escritora, de muy niña, perteneciendo a ATENEO, leí su libro, le cuento que hasta el día de hoy recuerdo la lección de vida que usted me dio a través de sus letras mágicas, suaves y sutiles de una realidad de vida tan cruda
Hoy mi hijo ha regresado desde Japón y me cuenta realidades muy similares acerca del patriarcado
Trataré este libro con mis niños y niñas en la BIblioteca, trataré de motivarlos para que la lean y la conzcan como yo
Gracias por su sabiduría al escribir
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