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jueves, 5 de marzo de 2015
Ficha Técnica
17.0x24.0cm.
Nº de páginas: 367
págs.
Editorial: HADES EDITORIAL
Lengua: CASTELLANO
Encuadernación: Tapa blanda
ISBN: 9788494278457
Año edición: 2014
Plaza de edición: ESPAÑA
Transcurre el año 1893 en París
impresionista y Camille trata de encontrar su espacio entre galerías de arte,
academias, talleres de pintura y cabarets. A principios de diciembre de una
carta de su padre le recuerda que debe regresar a la casa familiar, en el sur,
hasta primavera.
Camille apura los fríos días de finales de
otoño entre sus lienzos, los amigos y las calles de la ciudad, algo intimidado
todavía por la calidad de los artistas con los que convive sintiendo la tristeza de la partida
inminente.
Esta es la trama principal de “La urraca
en la nieve”, una interesante novela que retrata con fidelidad la agitada vida
artística de finales del siglo XIX a orillas de Sena y cuya cuidada prosa evoca
en ocasiones la delicadeza de Rafael Sánchez Ferlosio o el desencanto de Juan
Marsé
Autor
Opinión Personal
La primera novela de este escritor novel que nos deja unas muy buenas pinceladas.
Esta es una novela que comencé de verdad
sin tener ni la más remota idea de cuál podría ser el tema que podría tratar,
no leí en ningún momento ni la sinopsis, eso hizo que quizás no disfrutara en
un primer momento de la novela al intentar focalizar cual sería el tema o el
argumento de la historia.
Esto puede ser un hándicap para valorar la
historia y quizás en un primer momento no valorar correctamente al escritor e
incluso podría haber gente que dejara la novela sin terminar, pero si se hace
ese esfuerzo de continuar la sorpresa puede ser muy gratificante.
Como he indicado anteriormente el
principio de la novela para mi más que farragoso o fatigoso en la lectura, el
problema era el no ser capaz de reconocer el argumento, no verle un fin a la
historia, el no encontrarle sentido. Poco a poco esta oscuridad se va atenuando
y el disfrute al hacerse la luz en la obnubilación del lector es como
encontrarse ante un cuadro y descubrir por primera vez a un buen pintor
desconocido.
Para ser la primera novela del autor,
siguiendo el símil que más se adhiere a su historia las pinceladas con las que
ha dibujado y coloreado a su historia nos deja un muy buen sabor de boca. No
estoy diciendo que no pueda contener fallos la historia, tengo que decir que el
ejemplar que utilice para leer es anterior a una nueva edición corregida del
autor y me encontré con problemas semánticos y algunas veces sintácticos que
imagino que se habrán ido corrigiendo, pero nada que con una lectura atenta no
se pueda obviar y que no hacen que se pierda el hilo de la historia.
La historia en si nos sumerge en quizás el
periodo histórico más idealizado de la pintura en los últimos tiempos, en ese
Paris del impresionismo, donde no solo es la pintura lo que empieza a tomar una
evolución sino también es la propia sociedad la que empieza a tomar una
conciencia social entre las diferencias de la vida en las zonas rurales y las
ciudades, tanto en vida social como en los beneficios de tratarse con los
próceres de la política.
El autor ha intentado y nos muestra de una
manera sencilla aunque en ocasiones el intentar situarnos de una manera muy
real en un lugar concreto se embarca en pintarnos de una manera quizás
demasiado detallada no la situación sino el lugar donde transcurre la acción
logrando que se enlentezca demasiado la narración, esto que a lo mejor en otras
historias sería un muy buen recurso por parte del escritor para frenar
historias que transcurren vertiginosamente para dar un respiro al lector en un
encadenamiento de situaciones trepidantes, pero en el caso de la novela que hoy
tenemos ante nosotros es precisamente lo contrario, ya que estamos ante un
tratamiento relajado donde todo transcurre con la parsimonia del momento
disfrutado y al hacer estos impasse se vuelve en algunos momentos demasiado
tediosa aunque la intención del autor sea la de conseguir que nos sintamos
parte de la historia al poder reconocer ese lugar de forma irrefutable.
A colación de lo anterior el estilo
narrativo, pausado y muy ameno deja a la historia un sabor a antiguo a literatura
clásica fuera del mercado actual donde parece que hasta en la lectura debemos
llevar un ritmo frenético, haciendo el escritor que debamos agradecer que no
siempre lo más rápido y lo más veloz es lo que nos debe acompañar sino que
también hay que degustar y paladear en este caso este libro como si fuera una
buena pintura.
Por medio de Camille nuestro protagonista
vamos descubriendo tanto el París de los grandes impresionistas, los lugares
que sirvieron de inspiración para estas pinturas y como no junto a sus dos
amigos Yves y Víctor nos llevan de la mano a los barrios típicos de París donde
se hizo arte este movimiento pictórico, junto a los menos museísticos como
pueden ser los cabarets y esos cafés de tertulia y copa.
En los diálogos y el lenguaje usado por
los personajes que van sucediéndose en la historia el autor ha conseguido que
cada personaje y situación que va surgiendo el lenguaje utilizado no sea plano
ni igual para todos sino que cada momento y dependiendo de los personajes que estén
interviniendo el giro lingüístico es acorde con el personaje.
No puedo decir que sea un gran conocedor
de arte, ni grande ni pequeño, pero me parece que el autor ha sido capaz de
crear un novela consistente
literariamente, no puedo dar mi opinión si el contexto histórico-pictórico se
ha recreado correctamente, pero como novela termina resultando interesante,
aunque el final se ve demasiado alargado, pierde mucho del encanto que ha ido
ganando durante el recorrido por la novela.
En general es una novela en la que con
problemas y con muchas virtudes se convierte en un muy buen comienzo para este
autor.
Agradecimientos a F. J. Plaza
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1 comentarios:
Hola, Disculpa vi que apoyabas la iniciativa Seamos Seguidores y no encontré el enlace. Por ello te lo dejo por aquí. Ya te sigo. Este es mi blog: https://historiasporimaginar.blogspot.com/
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