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Sobre Mi
Soy amante de la literatura y como tal he abierto este espacio para compartir las sensaciones que me genera un libro.
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domingo, 27 de octubre de 2013
Ficha Técnica
Páginas:
160 págs.
Editorial: PUNTO DE LECTURA
Lengua: CASTELLANO
Encuadernación: Tapa blanda
ISBN: 9788466327305
Año edicón: 2013
Plaza de edición: MADRID
Una novela sobre los
abismos más profundos en los que podemos quedar atrapados: los que nuestra
imaginación y nuestra memoria fabrican.
Una profesora de
música decide pasar unos días en una urbanización costera mientras espera que
sus hijos regresen de un viaje con su ex marido. Hace tiempo que los últimos
veraneantes se han marchado, y allí, sola, aislada de todo, busca la
tranquilidad necesaria para escribir un artículo sobre la novena sinfonía de
varios compositores. Pero en aquel ambiente opresivo y desolador, a medida que
se sumerge en sus recuerdos, irá encontrando las señales de algo de
lo que huye, y cuya búsqueda quizás resultará ser la verdadera razón que la ha
llevado a esa playa.
Novela inédita y
descubrimiento de un nuevo autor.
Ganadora del XVIII
Premio de la Universidad de Sevilla, con el que fue también galardonado el
exitoso Sabor a chocolate.
Autor
Diego Vaya nació
en Sevilla en 1980. Ha publicado la novela Inma la estrecha no quiere mi
amor (2011), y los poemarios Las sombras del agua(2005), Un
canto a ras de tierra (2006, Premio de Poesía Internacional La
Garúa), Única herencia (2008, Premio de la Universidad de Sevilla)
y El libro del viento (2008, Accésit del Premio de Poesía Adonáis).
Galardonado en 2012 con el premio de novela en el XVIII Certamen de Letras
Hispánicas Universidad de Sevilla por su obra Medea en los infiernos.
Opinión Personal
Una novela donde la lucha interior
supera las fronteras de nuestro propio pensamiento.
En ocasiones, por desgracia menos de las que
desearíamos podemos vernos sorprendidos por una historia, una novela de la que
realmente solo esperamos algo de entretenimiento pero que en el curso de su
lectura vamos no ya sorprendiéndonos, queda cada día menos margen a esa
sorpresa a ese nueva forma de narrarnos o de inventarse esa historia. Pero siempre
queda un margen para que en una historia previsible o quizás mejor dicho,
previsible desde nuestro punto de vista después de haber leído y releído (algo
que yo hago mucho) la sinopsis del libro, nos sorprenda, nos devuelva a la
realidad de que no lo que nos imaginamos es lo que vamos a encontrar.
Esto es algo de lo que más me ha agradado de esta
novela, la sorpresa, lo inesperado, quizás la forma de conseguirlo en algunas
ocasiones ha podido ser algo tedioso, pero en su conjunto, cuando se debe
valorar la historia, cuando se ha leído hasta el final, vemos que para el
desarrollo de ella, partes que para nosotros durante el transcurso de ella
pueden no ser catalogadas de ineludibles, al final forman ese conjunto
psicológico que tiene una carga tan alta en esta novela, para ir descubriendo a
su protagonista. Una protagonista que se va presentando de una forma sencilla,
muy normal, casi como una persona demasiado anodina para ser real, pero en la
que vamos descubriendo sus pesadillas, esos complejos que arrastramos casi
todos, vemos sus propios sueños que no se han hecho realidad, y sus realidades
que se han roto dejando una persona aun más indefensa de lo que podríamos
llegar a pensar.
A partir de aquí dejemos que sea el autor el que nos
lleve por una historia, una narración llena de sentimentalismo, de sensaciones
que no aparecen desde el principio, ese paisaje desolado, que como un símil de
cómo se encuentra en realidad la protagonista, va contándonos, va incrementando
esa sensación de agobio al abandono, a la soledad, a la perdida. Quizás la tela
de araña que va creándose a través de unas vivencias, una situación que se va
floreciendo durante la historia crea un personaje de difícil compresión y a su
vez refleja mucho de sentimientos y sensaciones que muchas personas viven a
diario y que sufren en un grito silencioso que el resto no sabemos comprender.
Un lugar solitario, donde el abandono, la falta de
vida se hace no ya llevadera sino necesaria, y que lleva a nuestra protagonista
a sentir una opresión casi obsesiva por la compañía de alguien, de ese
sentimiento de conmoción por alguien que no se llega nunca a descubrir, que nos acompaña sin dejar
rastro pero que nuestra propia ilusión aviva como si fuera algo muy real. Ese
juego de sensaciones encontradas, de libertad, de lucha por un ideal que se va
diluyendo durante la historia usando la música y el autor Shostakovich como
caudal para que emane a través de las palabras nos conducen por una cuesta
abajo en la vida que termina de una forma lacerante y a su vez muy sorpresiva.
No importa el lugar donde se desarrolla, no es
realmente importante, que importa un lugar físico cuando es realmente la lucha
de nuestro interior, del discernir entre la realidad y las sensaciones de
nuestros deseos lo que lucha, ese lugar puede ser no ya una playa solitaria,
sino nuestra propia ciudad, calle, vivienda, nuestro propio interior que saca a
la luz una lucha por la supervivencia de nuestro propio yo.Agradecimientos a Punto de Lectura
Etiquetas:
2013,
Diego Vaya,
Punto de Lectura
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1 comentarios:
Buena reseña!
No conocía la novela, gracias por mostrarla =)
Besotes
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