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Soy amante de la literatura y como tal he abierto este espacio para compartir las sensaciones que me genera un libro.

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sábado, 11 de agosto de 2012

Ficha Técnica


Titulo en España: Entre Dos Palacios
Titulo Original: Bayn el-Qasrayn
Editorial: Austral
Paginas: 560
Lengua: ESPAÑOL
ISBN: 978-84-270-3622-2
Formato: Tapa blanda o Bolsillo
Año de Edición: 2010


Ahmad Abd el-Gawwad tiene sometida a su esposa Amina hasta la humillación bajo el férreo yugo de la ley musulmana. Sin embargo, en el barrio es un hombre jovial, aficionado al buen vino y seductor con las mujeres. Los hijos de ambos, Yasín, enamorado como su padre de los placeres mundanos, Jadiga, autoritaria y poco agraciada, Fahmi, impregnado de ideales nacionalistas, Aisha, la bella y el travieso Kamal, son también víctimas directas de la moral hipócrita de Ahmad y viven en un continuo miedo a importunar sus deseos. El enclaustramiento, la resignación, el amor, la política, la religión, la prostitución... son los temas de esta narración de interiores atormentados. Entre dos palacios es el primer volumen de la trilogía. Obra cumbre de Naguib Mahfuz, junto con El palacio del deseo y La azucarera, constituye el retrato de El Cairo por excelencia, una visión, a un tiempo lúcida y cáustica, que ha trascendido épocas y fronteras..

Autor


Naguib Mahfuz nació en Gamaliyyah, una zona del barrio antiguo de El Cairo, en 1911. Graduado en filosofía, ha publicado más de treinta obras entre novelas y relatos, la mayoría de las cuales han sido adaptadas al cine, al teatro y a la televisión. Considerado el «padre» de la prosa árabe contemporánea, en 1972 recibió el prestigioso Premio Nacional de las Letras Egipcias y se le otorgó el Collar de la República, el más alto honor de su nación. En 1988 le fue concLaedido el Premio Nóbel de Literatura. Falleció en 2006 en El Cairo.


Opinión Personal


La belleza de la palabra reflejando a la maldad de la persona.
Entre dos palacios es el comienzo de la trilogía el Cairo, esta trilogía basada íntegramente en la ciudad natal del autor. En este primero, por la época que trata, finales de la primera guerra mundial, y el comienzo de la revolución egipcia (bastante parecida a otra que hemos conocido). Por esta época que le toco vivir realmente a Naguib el tendría en esos momentos entre 6-10 años por la cronología histórica, una edad muy parecida a uno de los protagonistas de su historia (Kamal), por lo que no podemos saber que puede ser autobiográfico y que no lo es.

La historia sucintamente nos narra la vida de una familia en una época convulsa no ya de la historia moderna de la humanidad sino de Egipto en particular (rebelión contra el protectorado), contada desde la vida de un entorno familiar cualquiera de El Cairo de la etapa en cuestión. Esto es lo que veríamos solo por la cobertura de la historia, si rompemos el revestimiento que la envuelve nos encontramos con algo mucho mas sórdido, opaco y desagradable. El maltrato tanto físico (no directo pero si referido de manera trivial dentro del libro) como psicológico que se da dentro de la familia, todo ello bajo la cobertura de la religión, usada la musulmana por las raíces del autor pero que podría darse en cualquier parte del mundo o bajo el amparo de cualquier creencia.
El maltrato y el “uso” de la mujer queda patente y reflejado en esta frase:
“¿Qué ambiciona cualquier mujer, aparte de la casa conyugal y la satisfacción sexual…? ¡Nada! Son animales domésticos, y como tales han de ser tratadas. Cierto que a los animales domésticos no se les permite importunar nuestra vida privada. Han de esperar en casa hasta que decidamos acariciarlos. Ser un marido dedicado a la vida conyugal es la muerte.”
Se puede decir o pensar que una frase sacada del contexto general puede sonar o parecer lo que la intención del que la lee u oye pueda interpretar, pero en este caso es el retrato del personaje principal de la novela. El autor nos presenta a un hombre que se podría definir como “candil de la calle, oscuridad de la casa”, para su familia una persona recta, dura, exigente, religiosa y para los amigos agradable, ameno, fiestero, mujeriego. Un ying y un yang como todos podemos tener dentro pero en este caso muy marcado por sus “creencias religiosas” y el solo mantenerlas cuando a el le interesa y su forma de llevar su casa y la educación de sus hijos. Impacta este personaje al cual el escritor a dado una fuerza que traspasa las hojas del libro, no ya porque nos podamos reflejar o ver algunas reminiscencias de lo que conocemos u oímos sino porque consigue ser odiado como pocos personajes de libros. El uso maquiavélico que da a la religión dependiendo de sus necesidades nos muestra el carácter y para lo que en muchas ocasiones es utilizada una creencia, solo para uso personal y como nos interese.
¿Porqué digo esto?. Sencillamente nos encontramos ante un personaje normal como cualquier persona que podemos encontrarnos pero el escritor es capaz de conseguir que sea mas odiado que cualquier malvado que amenace a la humanidad, talvez por la humanización que se va reflejando a través del libro, no estamos ante un sujeto irreal sino todo lo contrario esto es lo que lo hace mas cercano. 
El resto de personajes son marionetas en las manos de este alfarero que intenta ir inculcando su pensamiento a sus hijos e imponiéndoselo a ellos y a su mujer. El típico caso de haz lo que digo pero no lo que yo haga, todos los hijos viven bajo un halo de terror intentando sortearlo de distinta manera, el mayor lo más parecido al padre, el mediano con su miedo pero con una mayor personalidad que demuestra a lo largo del libro como se va rebelando, el pequeño con su candidez va dejándonos rastros inocentes no carentes de simbolismo, las hijas como buenos musulmanes simplemente sirven para cumplir compromisos y enlaces para el beneficio de la “familia” con lo que son muy simples. La madre es un personaje que une a la casa pero a su vez no tiene ninguna personalidad, todo esta supeditado a la vida y ordenes del señor sin ningún asomo de iniciativa. 
Para la mujer deja dos perlas totalmente antagónicas el autor, en una primera la esposa castigada de manera desproporcionada (para el punto de vista de un occidental y de casi 100 años después) y un atisbo de intento de quitarse la opresión por parte del hombre cuando la esposa del hijo mayor es la que pide el divorcio.
Como novela histórica narra de una forma brillante la lucha del pueblo egipcio por recuperar su independencia, nos puede recordar en muchas situaciones algo que hemos visto no hace mucho en Egipto para deshacerse de un dictador. Toda esta parte narrada de una forma magistral, sin posicionarse, sin darnos a entender sus preferencias sino haciendo uso de una parcialidad que muchas veces carecen los libros.

En general estamos ante un buen libro, no apto para una persona que desee introducirse en la lectura, llega por momentos a agotar por sus interminables descripciones pero hechas de una manera dulce y agradable. El desarrollo es muy lento y tedioso por lo que si lo que buscas es algo ligero es un libro que mucha gente no terminaría de leerlo.

1 comentarios:

MissDaisy dijo...

Lo comencé anoche y llegada a la página 30, me resultó un deleite la prosa de este autor que siempre quise conocer. Gracias por tu reseña. Saludos.